Los secretos detrás de la Colusión

Una entrevista con Denis Kempe, fotógrafo
y propietario de una galería de Seattle.

Sienna Reid

 

 

Denis Kempe, de Seattle, es fotógrafo y propietario de una galería, y su trabajo ha atravesado varios temas de enfoque pero siempre ha considerado la luz antes que nada, específicamente en la composición. “Hay fotógrafos que usan la luz para iluminar las cosas y hay fotógrafos que encuentran la luz. Yo más bien encuentro la luz. No orquesto imágenes.”

“Para trabajar necesito salir. No creo que sea necesario tener algo ‘exótico’ en una fotografía para tomarla, porque un lugar puede que sea exótico para mi por el solo hecho de que viajé hasta allí, pero para las personas que viven ahí obviamente no es un lugar exótico. Pero si logro que esa gente vea algo exótico en una fotografía de ese lugar que ya no es  exótico para ellos, entonces habré tenido éxito. Se pueden encontrar las imágenes más interesantes  en un lugar común, que es lo que en verdad me gusta: la simple brevedad que no es necesariamente banal. No creo que las imágenes tengan que ser aburridas pero a la vez no creo que tengan que tener algo que brinca de un lado para otro. Pienso que ésta es una ventaja de la fotografía”.

“Andre Cortege podría hacer una fotografía de cualquier objeto en esta mesa (un cenicero, un atado de cigarrillos, una cerveza, una jarra) y sería increíble. Sus fotos de tenedores son asombrosas. Quiero decir, usamos uno todos los días pero no nos ponemos a pensar ‘¡Éste es un objeto exquisito! ¡Es el tenedor que me robé del último restaurante al que fui!’. Es un fotógrafo al que siempre admiré. Atravesó tantos…no los llamaría ‘cambios de estilo’, pero fotografió por tanto tiempo que cuando falleció había fotografiado probablemente la mitad del tiempo que la fotografía había existido, así que vio muchos cambios. Pero siempre se reconoce una imagen de Cortege desde sus primeras imágenes cuando estaba en Hungría hasta cuando terminó su carrera en Florencia. Su firma tiene un trazo distintivo.”

Kempe ha usado la fotografía como su medio por más de diez años ya, ha expuesto en la Benham Gallery, ubicada en el centro de Seattle sobre la First Avenue, varias veces y fue elegido como su  artista residente hace unos siete años. La Benham Gallery será siempre importante para Kempe porque fue el primer lugar en donde expuso su obra. Precipitado por el trabajo que había hecho en un taller, aceptó exponer en una muestra fotográfica figurativa de sólo siete personas. A los dueños les gustaron tanto los resultados del trabajo que decidieron exhibirlo.

“Fue una experiencia muy interesante porque no me había dedicado a la fotografía por mucho tiempo, y sucedió muy rápido: un par de meses después de la crítica final del taller, nos dieron la exhibición. ¡Revelé unas cuatrocientas imágenes para esa exhibición!”

“Fui al taller de fotografía con un historial de simples tomas callejeras y haciendo esto se utiliza mucha película porque hay que captar la imagen a medida que sucede porque no se le puede decir al modelo ‘retrocede y vuélvelo a hacer, ¡me lo perdí!’ Así que  enloquecí en ese taller; usé dos cámaras a la vez para poder mantenerlas cargadas todo el tiempo y fotografiar constantemente. ¡Tuve cuarenta o cincuenta imágenes buenas en la crítica final! ¡Seguro que los modelos  pensaron que estaba loco!”

Esa fue la primera vez que trabajó con modelos, lo cual no sólo aun disfruta sino que todavía le gustan algunas de las obras de entonces aunque dice que no le gustaría mostrárselas a nadie ya.

El exhibir su obra le ha provocado gran alegría como también tremendos deseos de nunca volver a exponer. Ha pensado a menudo que sería mejor pasar el tiempo aprendiendo más acerca del medio en lugar de intentando hacer pública su obra, y no cree que diez años sea mucho tiempo para aguzar la  puntería en lo que uno hace, sea lo que sea.

“Creo que toma mucho más tiempo. ¡Pero la paciencia no es la cualidad más humana para imponerme!”

Hay veces en las que siente que ha expuesto un trabajo realmente bueno y otras en las que siente lo contrario, y se ha arrepentido de haber pasado ese tiempo en la galería en lugar de en el cuarto oscuro. Pero está de acuerdo conmigo en que las experiencias negativas que se tienen exhibiendo el trabajo de uno pueden actuar como un incentivo para volver a trabajar en el estudio, para aprender del dolor de sentir que se ha fallado de alguna manera.

“Podría pensar que estoy usando mejor mi tiempo trabajando con los materiales y aprendiendo más acerca de mi medio, pero siendo realistas puede que no aprenda nada nuevo escondiéndome en la oscuridad ¡sin tener la opinión de la gente! También te hace sentir muy afortunado tener a alguien que acepte exhibir tu trabajo. A veces la gente que exhibe tu obra la entiende mejor que tú mismo.”

 

COMIENZOS

Cuando contemplamos cómo su vida se unió tanto con la emulsión y los cuartos oscuros, Kempe revela que la fotografía sucedió “un poco por accidente… aunque no del todo accidentalmente”.

En lo que se refiere a sus comienzos en la fotografía, Kempe cita a un ex-compañero de trabajo llamado David como una muy buena influencia temprana. David, que siempre había sido un artista prolífico, tenía toneladas de libros de arte que le prestaba a Denis. Como Kempe no sabía nada sobre arte y no tenía educación artística, miraba los libros y se preguntaba “¿Por qué está esto en un libro?”

Después de recibir una cámara de regalo para su trigésimo cumpleaños, le tomó sólo un mes tener un cuarto oscuro, y solamente unos pocos años antes de decidir renunciar a su trabajo diurno porque no tenía suficiente tiempo para hacer la cantidad de fotografía que deseaba. Aunque no tenía ningún objetivo concreto para sí, sabía que no quería un trabajo como fotógrafo profesional y se dedicó a fabricar herramientas, pensando que haría eso por el resto de su vida. Pero entonces obtuvo su cámara y las cosas cambiaron en su empleo.

“Alguien me dijo un día en el trabajo que hacía las herramientas demasiado bien; le pregunté qué quería decir y no me contestó. Le pregunté si me tomaba mucho tiempo hacerlas y me dijo ‘No’. Nadie nunca va a decirte que tus fotos son demasiado buenas. Nadie JAMÁS te dirá eso. Nunca ganas. Es algo que lo supera a uno. Eso es lo que me gusta de la fotografía. Es un medio muy simple, es extraordinariamente simple. Hay personas que la practican sin ninguna clase de máquina, sólo una caja con un agujero. Sin lente, sin obturador, sólo un papel muy sensibilizado. Asimismo, la fotografía puede ser muy espacial y muy abstracta. Sin decir que es también muy versátil: puedes vender Toyotas con ella como también decorar paredes.”

Incursionando en la historia Kempe aprendió que el arte de la fotografía surgió del campo de la imprenta, y notó que al principio los impresores fueron los primeros fotógrafos y que llegaron al nuevo arte desde ese punto de vista. “Hacían sus propios materiales y lograban resultados asombrosos, lo que se ha perjudicado de muchas maneras porque nos hemos alejado demasiado de todo eso. Por ejemplo, los daguerrotipos; en los viejos tiempos de las placas húmedas uno tenía que cubrir una placa de vidrio con emulsión, tomar la foto, exponerla y revelarla mientras estaba aun húmeda. Si se secaba, la imagen se perdía porque el sensibilizador perdía la habilidad de grabar la imagen. Las fotografías de agrimensura de los años de 1860 eran extraordinarias porque la persona estaba en el terreno con todo el equipo listo para captar y exponer la imagen en el momento al aire libre. Henry Jackson trabajaba para el ferrocarril y hacía sus imágenes al aire libre y contaba que en un día excepcional logró hacer once imágenes. Once exposiciones hoy pueden hacerse en segundos pero en esos tiempos era el trabajo de un día entero.”

“Uso bastante la cámara con la que empecé, una Range Finder Likas. Uso otras cámaras para hacer ciertas cosas pero no las uso tan seguido como a la Lika. Fotografío casi todo con ella. Es fácil familiarizarse con esta cámara, es muy simple. Funciona en una gran variedad de situaciones y tiene una gran ventaja en ciertas situaciones, especialmente con poca luz. Es excelente para la composición: el visor permite ver un área mayor que el marco de la foto y uno no tiene que mirar fuera del marco con la cámara para ver qué hay allí. Además el foco y el visor no son parte de la cámara. En la mayoría de las cámaras estas dos cosas van juntas.”

“Mientras uso una cámara intento evitar que ese instrumento tome mi puesto. Creo que esto ocurre a los fotógrafos con facilidad. No he oído de muchos pintores que lleguen a este extremo con sus pinceles, mientras que para los fotógrafos es muy fácil caer en esta trampa.”

 

LA GALERÍA

Colusión, la galería en Pioneer Square que Kempe abrió y todavía maneja, no se diseñó o planeó en absoluto. Sólo surgió cuando él y un par de compañeros notaron que el estudio para vivir que estaban buscando y encontraron, tenía espacio suficiente para convertirse en un lugar de exhibición. Los incentivó más el conocer a muchas personas con talento que no eran estrictamente “artistas” y que no se podían permitir un lugar para exponer su propio trabajo “porque no todos ellos se piensan artistas, y no se les ocurriría acercarse a una galería, y de igual manera, no muchas galerías se les acercarían a ellos; así que pensando como lo hacemos nosotros en cuanto al lugar de exhibición, las cosas cambian. Lo veo como una libertad, no un obstáculo. Cuando no haces dinero se lo ve como un obstáculo, cuando cada mes tienes que pagar por lo que consume la galería, lo cual no es mucho, pero mes tras mes sabes que lo puedes sumar al final del año y… ¡Dios! ¡Me podría haber ido a Hawai! ¡Me podría haber comprado otra cámara!”

Hizo hincapié en que él y sus socios, su hermano Charlie Kempe y Scot Stevens, trabajan bien juntos y son capaces de superar los conflictos que puedan presentarse, y todos saben que cuando surge un desacuerdo depende de ellos encontrar una solución.

En cuanto de la galería se trata, nos admite que “no la comencé como un negocio, no la manejé como a un negocio”. Pero en el último año se han dado cuenta de que las cosas han estado yendo en la dirección correcta hasta el punto en que podrían convertirla en negocio y han estado explorando los asuntos que llegan junto con ese tipo de proyectos, como si convertirse en una entidad sin fines de lucro, etc.

Cuando se le preguntó si había algún problema al manejar la galería que perturbara su trabajo personal como artista, Kempe contestó que son “los mismos problemas que llegan al intentar mantenerse uno mismo, la falta de tiempo sumada a la falta de tiempo por tener un trabajo durante el día. Pero lo bueno que sale de esto pesa mucho más que lo negativo”.

No le disgustan las tareas menores y el mantenimiento diario de la galería (“sí, tenemos que pintar la pared otra vez”) pero es seguro que si eso fuese todo, ya no estaría interesado en llevarla adelante.

“Mi mayor placer es ver que la gente la está pasando bien en una inauguración, ver que alguien vende algún trabajo es buenísimo, en especial cuando lo hace alguien inesperado. Ganan algo de dinero, lo que es excelente, pero claro que por lo general es insignificante comparado con el tiempo y el esfuerzo que han puesto al exhibir su trabajo. Pero lo que es en verdad agradable es que otra persona puso algo de su dinero ganado con trabajo duro para poder comprar una obra de arte.”

Collusion Unlimited esta ubicada en 163 South Jackson Street, Seattle WA (206)3821173

Puede contactarse con Sienna Reid en: sienna@tiscalinet.it